Hasta ahora la investigación de mercados ha sido un lujo al alcance de unas pocas compañías de gran tamaño y grandes presupuestos que les permiten acceder a la información que ofrecen las agencias tradicionales de investigación de mercados. Normalmente esta información llega con uno o dos meses de atraso, no es muy confiable y representa muy altos costos. Es por esta necesidad insatisfecha de información que un grupo de empresarios colombianos, que han vivido en carne propia este problema, decidieron crear LookApp, una novedosa plataforma digital que ofrece el servicio de investigación.
“Con LookApp estamos ampliando las barreras de la investigación de mercados poniéndola al alcance de todo tipo de empresas que deseen conocer mejor el comportamiento de sus marcas y clientes. Atendemos una amplia variedad de compañías de diferentes sectores tal como consumo masivo, bancos, laboratorios farmacéuticos, fabricantes, distribuidores, retail, etc. Gracias a nuestra naturaleza y modelo colaborativo, nuestros costos son muchos más bajos que los de las empresas de investigación de mercados tradicionales, lo que le abre las puertas de este vital servicio a las pequeñas empresas y genera ahorros a las grandes compañías”, aseguró Mauricio Cajiao, CEO de Lookapp.
Esta App cuenta con dos tipos de comunidades, la primera de ellas conformada por las empresas que están interesadas en conocer el estado actual y real de su marca en el mercado y la segunda, son los llamados “Ojos”, que son personas del común encargados de suministrar la información requerida por las empresas, a través de la App instalada en sus teléfonos inteligentes.
Por medio de esta App pueden realizar tareas por las cuales reciben a cambio de una remuneración económica. Los “Ojos” juegan un papel muy crucial en la recolección de la información requerida, ya que son los encargados de realizar funciones, como por ejemplo registro fotográfico de la exhibición de productos en los puntos de venta, revisar disponibilidad o agotados, hacer censos para determinar el universo de puntos de venta.
Fuente: El Nuevo Siglo